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JULIO DOMINGUEZ
ARJONA
30 de Marzo de 2005 Hay varias obras discográficas en torno a los sonidos de la Semana Santa, donde le 99% de los casos son voces de capataces y costaleros, marchas procesionales, saetas, o música de capilla, pero llama la atención como los auténticos sonidos de nuestra Semana Mayor nunca los ha plasmado nadie .- El sonido martilleante de un tas sobre un metal de donde saldrán jarras o respiraderos,o el crujir de una gubia haciéndole una operación de estética a un madero de donde saldrán un sayón o un romano .- El sonido del frotar de muchas manos para limpiar la plata o las conversaciones entre hermanas en los cuartos de costura repasando dalmáticas o terciopelos entre agujas y dedales o maquinas de cocer .- El sonido del murmullo en una cola en una casa de hermandad , los diálogos entre un padre y un hijo que va a realizar su primera estación de penitencia. El estruendo de impresoras imprimiendo papeletas de sitio y el ruido de las monedas cayendo en las cestitas donde se ruega una lismona para las flores .- El sonido chirriante de carruchas subiendo Cristos a los pasos; de como suena la cera al fundirse en una candelaria,; de los pies de un prioste cruzando un crujiente monte " deforestado " sin claveles, El sonido seco de como encajan los varales maestros de un palio o el corte de unos alicates cortando alambres o de llaves inglesas apretando tuercas .- El sonido de la motos de los jóvenes que noche tras noches acuden bajo la luz de una farola perdida, para ensayar en una banda de corneta y tambores , de como ajustan sus instrumentos como una orquesta sinfónica, antes de iniciar un concierto.- El sonido de una igualá de ensayo de costaleros en las frías noche de invierno a los acordes metálicos de una marcha enlatada en unos improvisados radio- pasos, incorporados mas que radio-casettes o como suena varias decenas de bocadillos al quitarle el papel de plata, para recuperar fuerzas o el sonido de un retranqueo donde los pasos vuelan al Cielo de verdad .- El sonido de la agujas atravesando cartones para fabricar capirotes; el claqueteo de las sillas al abrirla por primera vez en la Carrera Oficial; o el arrastrado sonido de cientos de vallas , situándose por calles y plazas.- El sonido del grito de los vencejos, en los atardecer
que son heraldos de una flamante primavera, el sonido de la lluvia sobre
los cristales que nos inquieta, en suma mil y un sonidos que nos anuncian
la inmensa tramoya de un tremendo esfuerzo humano y colectivo, de tal envergadura
que cada años lo llaman el milagro de nuestra Semana Santa .-
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