La Primitiva Hermandad de los Nazarenos
de Sevilla es la cofradía sevillana
de penitencia que más se ha significado por el voto concepcionista
. Y para ello publicamos una fotografía inédita de mediados
de los años setenta de la pasada centuria que acredita el
tránsito de Nuestro Padre Jesús Nazareno por la plaza
del Triunfo rodeando el monumento a la Inmaculada. Aunque la frondosa
vegetación nos impide la visión del monumento, el
encuadre de la Giralda y sobre todo la silueta a la derecha de la
fotografía de la entonces Diputación Provincial nos
dan la localización espacial inequívoca. Veamos las circunstancias
que motivaron este insólito itinerario en cofradía
tan poco dada a los cambios y que todos asociamos indefectiblemente
con su regreso por la calle Francos.-
El crecimiento progresivo del número
de nazarenos que experimentaron las cofradías en la postguerra,
fue especialmente notorio en las que hacían su estación
de penitencia en la Madrugada que empezaron a tener problemas para
cumplir los horarios y evitar cruces y parones en los años
cincuenta. El conocido como problema de “la pescadilla que se muerde
la cola” ocasionó ya en 1961 un auténtico colapso de las seis
hermandades incapaces de avanzar al confluir el itinerario de regreso
de las tres primeras por Francos y Cuna con el paso de los Gitanos
hacia La Campana. Aparte del polémico adelanto en una hora
de la madrugada en perjuicio de un devaluado Jueves Santo se intentaron
diversas medidas. Así entre 1967 y 1971 el Gran Poder adoptó
transitoriamente su itinerario de regreso actual por el Postigo
volviendo al tradicional por Placentines en 1972 y 1973. Mientras
tanto, el Silencio continuó sin cambios salvo en estos dos
últimos años citados en que, para facilitar el paso
de Los Gitanos, hacía un rodeo por San Andrés y Trajano para
volver al Duque por la calle Jesús del Gran Poder, lo que
le suponía retrasar su entrada en más de una hora.
Esta circunstancia junto con el cruce en el que se veía obligado
a esperar el paso del Gran Poder y la coincidencia en la Plaza del
Duque con los Gitanos le llevaron a intentar una solución
revolucionaria en cofradía tan apegada a lo tradicional.
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En los años 1975 y 1976 el Silencio
cambiaría totalmente su itinerario de regreso, haciéndolo
por la plaza del Triunfo, rodeando el Monumento a la Inmaculada para
por Santo Tomás cruzar hacia Santander y Temprado pasando
por delante del Hospital de la Caridad y la Maestranza de Artillería,
tal y como vemos en nuestra segunda fotografía de hoy. El
Gran Poder ya había adoptado definitivamente en 1974, en Madrugada
muy lluviosa, su recorrido actual por el Postigo, por lo que tenía
que ir detrás del Silencio hasta la plaza del Museo. La solución
si bien aligeró al resto de cofradías no satisfizo
pues con ella el Silencio entraba casi dos horas más tarde,
prácticamente de día, como hacía antes de la Guerra,
por lo que en 1977 decidió recuperar su itinerario habitual,
teniendo en cuenta que con la reapertura del puente de Isabel II
el cruce en San Pablo con la Esperanza de Triana volvía a
ser crítico.-
No acabarían ahí los inventos
para poner remedio a una Madrugada masificada dentro y fuera de
las filas nazarenas, y así a mediados de los ochenta se planteó
el invertir el sentido de la carrera oficial en esa jornada, empezando
en la plaza Virgen de los Reyes y terminando en la Campana, tal
y como se había venido haciendo en el Sábado Santo desde
su creación hasta 1973.-