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EL TEMPLETE
 
 
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PUÑONROSTRO Y LA REGATONA       
     
    

JULIO DOMÍNGUEZ ARJONA 
28 de Junio  de 2018

El Conde de Puñonrostro nacido en Torrejón de Velasco Madrid en 1541, y fallecido en Madrid en 1610, que tiene una calle dedicada a su honor en la Puerta Osario.

Don Francisco Arias Dávila y Bobadilla IV Conde de Puñonrostro, noble y militar que durante más de treinta años sirvió en el ejercito real, sobresaliendo al frente de los Tercios de Flandes, fue nombrado por el rey Felipe II Asistente de Sevilla, cargo que ocupó entre los años 1597 a 1599, con la finalidad de terminar con su desgobierno y limpiarla de delincuencia .-

Dentro de las actividades delictivas estaba la regatoneria o estraperlo  que era endémica en  la ciudad. Estos especuladores burlando las ordenanzas, se dedicaban ilegalmente a la venta al por menor de toda clase de comestibles, con precios por encima de las tasas marcadas por el municipio.

La primera iniciativa de Puñonrostro, fue pregonar un bando en el que se mandaba guarda las posturas, o sea vender a lo fijado, bajo pena de doscientos azotes por incumplimiento . Hubo un caso especilamente llamativo recogido con todo lujo de detalles en los SUCESOS DE SEVILLA DE 1592  A 1604. de Francisco de Ariño estamos en el año del señor de 1597 .-

"En jueves 26 de Junio, dia de los bienaventurados San Juan y San Pablo, sucedió que el jurado Santofimia Riquelme invió á una esclava suya á casa de María de la O, jabonera en San Marcos, por jabón, y pidiéndole jabón la esclava para su señor, le dijo la María déla O: «anda vete, que no se lo quiero dar al cornudo de tu amo; ¿pensaba el muy bellaco que lo habia de llevar á la postura? '

Fuese la esclava, y contóselo á su amo, y el jurado fuese al conde de Puñoenrostro, y contóle lo que le habia pasado con aquella muger, y las causas que le habian hecho: luego mandó su Sría. fuese á prendella y ella se fué huyendo y se metió en San Marcos: dijéronle á su Sría. como habia huido y se habia metido en Señor San Marcos, y su señoría mandó la sacasen de la iglesia y la llevaran presa á la cárcel, y mandó se hiciese información de lo pasado, y la condenó su Sría. en doscientos azotes

En sábado 28 de Junio, víspera del Señor San Pedro, á las nueve del dia, mandó su Sría. sacasen á María de la O dándole su renta. María de la O tuvo favor y envió suplicación á los señores del Audiencia para que por ventura la entretuviesen para ver si se podia librar de los azotes . Inviaron los Señores de la Audiencia á Mateo de Rivas v á Nieva alguacil de la Audiencia, y que no dejasen sacar á María de la O á azotar hasta que se les mandase otra cosa. Ellos fueron á la cárcel al tiempo que María de la O estaba subida en el asno para sacalla á azotar y cerraron las puertas de la cárcel y enviaron las llaves al Audiencia y quedáronse dentro con la muger; los alguaciles del conde fueron á cabildo y dijeron á su Sría. lo que habia pasado con los del Audiencia: luego salió el conde como un rayo y el teniente y alcalde de la justicia veinte y cuatros y jurados y alguaciles tras él, y fueron á la cárcel y no le quisieron abrir, y hubo muchas demandas y respuestas entre el conde y señores del Audiencia y no le quisieron dar las llaves; pues visto esto por Puñoenrostro mandó juntar á cabildo.

En él hubo muchos pareceres, y el conde quería mandar sacar á los alguaciles de la Audiencia á la vergüenza con María de la O, y rogáronle que á los alguaciles los dejase para otro dia y que se castigase la muger y rompiesen la cárcel para sacalla, y así con este acuerdo mandó su Sría. á D. Sebastian de Carvajal, alcalde de la justicia de esta ciudad, fuese á la cárcel y procurase derribando puertas ó paredes, sacar á María de la O, para que se ejecutase lo mandado. Andando D. Sebastian buscando por donde entrar en la cárcel, dijéronle que por la casilla donde se asientan las entradas de los presos en la cárcel estaba una reja, que quitándola entraría: así mandó traer picos y quitaron la reja, y mandó deserrajasen el postigo de la cárcel y abrió la puerta y vino su Señoría el conde con los señores de Cabildo á la cárcel y mandó echasen dos pares de grillos á los alguaciles y al alcaide de la cárcel, y se pusieran á recaudo hasta que se mandase otra cosa, y sacaron á la señora María de la O, caballera en un jumento y desnuda hasta la cinta, y fué acompañada de su Señoría el conde y los señores de Cabildo puestos con mucha orden de tres en tres, y detras de la señora María de la O muchos alguaciles, y así como llegaron á las puertas de Cabildo se paró su Señoría y todos los señores y se pusieron á un lado y allí mandó su Señoría se diese el pregón, que decia de esta manera :

«Esta es la justicia que manda hacer el Rey «Ntro. Sr. y el conde de Puñoenrostro de esta muger; « le manda dar ducientos azotes por regatona de jambón, quien tal hizo que tal pague.'

Y allí le dieron para en cuenta. Y se quedó su Sría y los demás señores y fueron acompañando á la señora María de la O, Gregorio de Madrid, alguacil de la justicia y el señor ejecutor de la vara, y cuatro alguaciles de los veinte, y la pasearon por la ciudad, que no quedó ninguno ni en Sevilla ni en Triana que no fuese por ver á la señora María de la O; fué mucha grita, y no hubo quien dijese bien de ella, sino que era muy poco castigo para lo que merecía; luego su Señoría mandó echar un bando en la plaza de San Francisco que ningún hombre ni muger parase en la plaza ni hiciesen corrillos, pena de ducientos azotes: fué cosa de ver ir huyendo la gente, unos por aquí, otros por allí, de miedo, que estaba 1a plaza llena y no paró nadie en ella, que aun apenas se habia acabado de echar el bando, cuando no pareció nadie. Hubo por acá muchos pareceres, unos decían que habia hecho muy bien el conde, otros que no, que la Audiencia era sobre el conde, y otros que les habia de costar muchos dineros á los señores de la Audiencia y otros que al conde.
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