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EL TEMPLETE
 
 
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LA GRAN REDADA 
 
   

 
JULIO DOMÍNGUEZ ARJONA 
31 de Julio  de 2018

La Gran Redada, también conocida como Prisión general de gitanos, constó realmente de dos grandes operaciones de captura: una entre la noche del 30 de julio de 1749 y la madrugada del día siguiente; y otra, a partir de la tercera semana de agosto (Cataluña y algunas localidades a donde no llegó la orden inicial de prisión, especialmente en Málaga, Cádiz y Almería).​ Fue una disposición autorizada por el rey Fernando VI de España, y organizada en secreto por el marqués de la Ensenada, para conseguir acabar con la presencia de  los gitanos en España.-

En lo que a Sevilla se refiere, en  la medianoche del 31 julio 1749 cerraron las puertas de la muralla de Sevilla , excepto las de la Carne y el Arenal. Situado en ella a la guardia como orden expresa de no permitir a nadie la salida. Todos los caminos estaban tomados por las  tropas . Poco más tarde se supo en Sevilla, que  dichas medidas eran para tomar en prisión a todos los gitanos que había en la ciudad y sus arrabales.

Había orden de embargar sus bienes, con encargo de matar al que se resistiera o tratar de huir. En efecto mataron tres que huyeron  por el camino de la Cartuja. El 6 agosto sacaron de la cárcel a 300 gitanos y en gabarras lo mandaron a la  Carrara de donde fueron trasladados a Cádiz .-

Tras el arresto, los gitanos deberían ser separados en dos grupos: todos los hombres mayores de siete años en uno, y las mujeres y los menores de siete años en otro. A continuación, y según el plan, los primeros serían enviados a trabajos forzados en los arsenales de la Marina, y las segundas ingresadas en cárceles o fábricas.​ Los arsenales elegidos fueron los de Cartagena, Cádiz y Ferrol, y más tarde las minas de Almadén, Cádiz y Alicante y algunas penitenciarías del norte de África. Para las mujeres y los niños se escogieron las ciudades de Málaga, Valencia y Zaragoza.-

Se barajó la deportación total a América, su dispersión por los presidios, o su empleo en las obras públicas. Sin embargo, ante las quejas desde diferentes estamentos y las constantes solicitudes de libertad, se terminó concediendo por real orden de 28 de octubre un indulto parcial, en el que se beneficiaron aquellos que pudieron demostrar una forma de vida conforme a las pragmáticas reales. En cuanto a los destinos, los varones mayores de 7 años se enviaron a los arsenales, y las mujeres y niños menores de esa edad a Casas de Misericordia. Al no producirse un indulto total, los recursos y los pleitos se mantuvieron hasta el final.-

En 1763 se notificó a los gitanos, por orden del rey (en este caso, Carlos III), que iban a ser puestos en libertad. Pero la compleja administración absolutista debía primero resolver el problema de su reubicación. Además, los consejeros del rey decidieron que, junto al indulto, debería reformarse de nuevo toda la legislación sobre los gitanos. Esto supuso un atasco burocrático de dos años más, hasta tal punto que el rey ordenó acelerar los trámites y dio órdenes de finalizar el asunto. El 6 de julio de 1765, dieciséis años después de la redada, la secretaría de Marina emite orden de liberar a todos los presos, orden que hacia mediados de mes ya se habría cumplido en todo el reino .-




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