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EL TEMPLETE
 
 
DONATIVOS  PARA "LA SEVILLA QUE NO VEMOS"
 
Como ha hecho el fundador de Wikipedia, yo también solicito donativos para LA SEVILLA QUE NO VEMOS , que es algo especial. Es como una  macro enciclopedia  monográfica de la Sevilla del ayer y hoy .Decidí hacer algo diferente,  fruto de un trabajo individual y diario de mas de 19 años .-

Si todo el que leyera esto, porque le gustan : los artículos, reportajes, fotografías, vídeos , curiosidades o lo usa como instrumento de consulta, donara solo 5€, solo tendría que recaudar fondos un día al año. Pero no todos pueden o quieren donar. y con solo una vez al año, mas que suficientes personas podrían tener a bien donar, por algo que les agrada visitar diariamente . Este año, por favor consideren donar 3€, 5€, €20, o lo que puedan contribuir para poder continuar con LA SEVILLA QUE NO VEMOS , donde el equipo es de una sola persona, y se le dedica cotidianamente no solo mucho esfuerzo, mucho tiempo, sino también  dinero en renovación de material informático, gráfico, en nuevas tecnologías, transportes, internet , etc .-

La donación la pueden efectuar en esta cuenta ES16 2100 9715 8322 0003 3072 , y así podrá seguir disfrutando de LA SEVILLA QUE NO VEMOS .Gracias Julio Domínguez Arjona

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 LA CASETA DE MI TÍO ADOLFO     

         
 
 
JULIO DOMÍNGUEZ ARJONA 
23 de Abril  de 2020

 Ayer, entre las tantas cosas que te envían por el móvil, me remitieron un simpática foto de una caseta que un vecino de Mairena del Alcor, Sevilla, ha montado en la azotea de su casa , ya  que en estos días estarían de Feria , y en la que en su pañoleta le ha puesto el nombre de “Los Confinados” .-

Esa foto me ha hecho viajar en el tiempo a la casa de mi tío Adolfo y mi tía Matilde, en pleno barrio de San Lorenzo (por la que pasaba cada año el Señor de Sevilla), donde nada más entrar, pensaba uno que estaba en el escenario de una obra de los Álvarez Quintero: un patio forrado de azulejos, mecedoras, agua manil, vargueños,  arcones, columnas, aspidistras ( se pronuncian pilistras) , costillas de Adán, palmeras… cubierto por una enorme montera, y un principal con una galería forrada de cierros de cristales .-

Mi tío Adolfo y mi tía Matilde eran muy empáticos (antes de que se inventara esa palabra) y tenían una intensa vida social, y les gustaba recibir a sus amistades, que tenían repartidas por todo el mundo (en el sentido literal de la palabra), en su casa , pero en un sitio muy especial: en la azotea. Y esto era porque allí tenían montada permanentemente una caseta de Feria, con todos sus detalles por dentro y por fuera, para asombro de todos los que eran invitados, siempre que el tiempo no lo impedía y acompañaba . La pueden ver en las fotos .-



Además de la impecable ambientación, tenían el buen gusto de atender a sus invitados con la misma bebida y comida que en nuestra Feria de Abril: fino, manzanilla, jamón, gambas, tortillas de patata, aliños, etc., y sentados en sillas y mesas sevillanas .-

Un servidor de adolescente (y de no tan adolescente), cunado llevaba allí un rato perdía la noción de estar sentado en la calle Cardenal Spínola y, por un instante mágico, pensaba que estaba dentro de una caseta de una calle del Real .-

Hoy  que han puesto en serio peligro nuestra salud y nuestro dinero, mitad por una enfermedad, mitad por culpa de los que son probadamente incompetentes para solventar esta situación (un saludo para los que nos están de propina monitorizando ), a Sevilla y  a los sevillanos nos han robado la Semana Santa, la semana que viene la Feria ( yo soy de la Feria de los seis días más que de la “Feria espadiana”) y después el Rocío y el Corpus. Nos han dejado sin nuestra Primavera. Hoy, esa caseta permanente, fruto del paladar de mis tíos para asombrar a sus amistades durante todo el año , tendría más protagonismo y sentido que nunca .-

Decimos que nuestras casetas son nuestra casa en esa ciudad efímera que es la Feria; pues este año háganlo al revés: monten en sus azoteas, terrazas y balcones sus casetas; llénelas de farolillos , lonas y luces, pongan las sevillanas a tres bombas, brinden con rebujito en la distancia con sus vecinos , y sacúdanse por unos días esta tristeza negra que tenemos encima.-

Tengan el espíritu de la caseta de mi tío Adolfo: asombrar a los que vuelvan la mirada a Sevilla.- 




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