La Cuaresma y la Semana Santa se requieren los cinco sentidos mas el sexto sentido de saber donde hay que estar; que día hay que estar, a que hora hay que estar y por encima de todo ,saber estar .- 

Uno sentidos que funciona junto o por separados y todos son evocadores de momentos o vivencias imborrables , la Semana Santa y la Cuaresmas, se huele, se toca, se oye, se ve y se paladea, es tremendamente sensorial ., en suma como un somelier cofradiero .-

El olor puede ser del  pasado como el incienso impregnado en la túnica nos recordara esa gloriosa estación de penitencia  o en el traje azul de una mañana de Jueves Santo en la Magdalena o un olor de futuro del fundir al cera de una candeleria  o cuando entramos por una calle perfumada del agua de azahar el agua del  relente de la noche mezclado entre los naranjos en flor , será el mejor calendario de la inminencia de los días que viviremos con tanta intensidad .-

En cuanto al tacto, todos somos imprudentes Santo Tomas que necesitamos tocar para ver . Tocar Sevilla con nuestros pies descalzos de penitentes y sentir sus alfombras de albero o el frío de sus adoquines . Alargar las manos hacia la plata de unos respiraderos , en un niñoesonosetoca, como si quisiera dejar grabado ese instante para después santiguarnos . Tocar la cera qu es como tocar la luz de la fe,  donde modelamos nuestras Semana Santas  .o hacemos la bola de nuestros sueños cofradieros -

Alguien dijo una vez "Estoy escuchando lo que estoy viendo, estoy viendo lo que estoy escuchando"; pues por habitual pasa desapercibida el perfecto ensamblaje este las imágenes de un paso y la banda sonora de  una banda de música o de cornetas y tambores. Pero hay otra música natural , como crujir de unas andas  en al imprecisa hora en que despunta el alba o como suena la plata de un pasopalio al caer sobre los hombros de los costaleros o como sonaba el corretear de los niños por la rampa del Salvador ( las pasarelas suenan a recaudar pasta y  de segundo templo a segundo Parque Temático de la Ciudad ); a rosarios de varales de Montesion o el tintineo de la Borriquita .-

La Semana Santa , no se ve sencillamente inunda nuestra retinas, se inunda de lagrimas por la emoción de ver como mujeres que no necesitan ir al Cielo para ser santas , le cantaran a Aquella que esta en San Gil, o como El que Todo lo Puede , el Hijo de Dios se nos cruzaran en una mirada directa a nuestro corazón, donde no hay escondite ni escapatoria posible , siendo  un anticipo del Valle de Josafa ; unas lagrimas de pena de pura pena de ver como la lluvia arrasara impía, en solo un instante  toda la espera de un año , maldita lluvia . Una mirada de luces que como rejones cruzar el verdor de laPazporelparque o de Cielo del color del antifaz de la Hiniesta o de  tinieblas de los sones del  muñidor de Mortaja .-

Una Cuaremsa y una Semana Santa que nos comemos con pestiños forrados de lluvia de anisitos o como sabe esa torrija mientras nos ajustan el esparto sobre las costillas en el ritual de que te vistan de nazareno , o ese camarero que nos hará un autentico pregón del er pavia, las espinacas con garbanzo, la tortillita de camarones, er bacalao con tomate o como sabe ese arroz con leche que nos tomamos, con los pies y los riñones rotas tan una gloriosamente agotadora jornada cofradiera .-

Todo esto junto o por separado, de estas mil y una sensaciones  harán que en nuestro cerebro y en nuestro corazón , cobre forma y vida , que aunque  pasen mil años nunca olvidaremos .-