JULIO DOMINGUEZ
ARJONA Sevilla 22 de
Noviembre de 2005
Noviembre es un mes en que el protagonismo
mariano tanto en las hermandades de gloria como de penitencia se reparte
entre dos colaciones clásicas. La Magdalena bajo las advocaciones
respectivamente de Amparo y Presentación y la calle Feria con Todos los
Santos y Amargura.
Como lleva haciendo desde hace medio siglo, en
estos días la Virgen de la Amargura está en besamanos en conmemoración
de su coronación canónica. Hemos querido por ello traer una fotografía
insólita de esta dolorosa en paso de gloria, hecho inusual pues la
mayoría de sus salidas extraordinarias las ha realizado en paso de
palio.
La ocasión fue la magna procesión mariana que
organizó el cardenal Segura con motivo de la proclamación de la Virgen
de los Reyes como PATRONA DE SEVILLA y su
archidiócesis, el 24 de noviembre de 1946. Se da la circunstancia que en
esta procesión gloriosa participaron también la Virgen de Todos los
Santos y la Virgen del Amparo, advocaciones como hemos dicho plenamente
novembrinas, aparte de la también otoñal Virgen del Pilar de San Pedro.
Las dolorosas que acompañaron a la Amargura fueron la Virgen del Valle y
la Macarena, siendo las fotografías de ellas en paso de gloria mucho más
conocidas que la que presentamos hoy ( VER ). En todas las crónicas de la época se relata como
excepcionalmente emotivo el encuentro de estas tres devotas imágenes en
la esquina de las calles Rioja y Tetuán en el recorrido de vuelta. Estar
en medio de tres de las más hermosas y clásicas de las imágenes marianas
sevillanas debió ser una experiencia difícil de olvidar para los
afortunados capillitas de la época.
Si nos fijamos en la fotografía vemos
algunos detalles interesantes. La Virgen luce la corona de canasto
hexagonal de Eduardo Seco Imberg y Castaño, rematada por una cruz con
topacios sobre una esfera realizada en 1922 y que se sustituiría como
corona de salida por la estrenada en 1954 con motivo de la coronación
canónica. En los años cuarenta estaba la hermandad de San Juan de la
Palma inmersa en la renovación de la orfebrería del paso de palio. Así
los fastuosos respiraderos de Cayetano González se habían estrenado en
la Semana Santa de 1944, siendo también recientes las jarras igualmente
de Cayetano (1940), la candelería de Manuel Seco o los candelabros de
cola de Paquito Bautista (1943). Entre la escasa candelería vemos a la
miniatura en plata y marfil de la Virgen de los Reyes que se acababa de
reproducir en 1945 por Cayetano González por haber sido regalada la
anterior a los Condes de Barcelona.
El paso de gloria se adornaba en sus esquinas
delanteras con los candelabros dorados del paso de Cristo. Su
disposición en la trasera de este paso de gloria la hemos podido
confirmar mediante una olvidada fotografía de Arenas de su famoso libro
de 1947 "Semana Santa en Sevilla" con textos de Luis Ortiz Muñoz y
dibujos de Antonio Cobos. Decimos lo de olvidada porque la mayoría de
los aficionados conocemos este libro por su segunda edición de 1948 o
más frecuentemente por su reedición fascimil de 1992, siendo difícil
disponer de esa primera edición. Esta edición original se agotó en pocos
meses y de ella fueron suprimidas quince fotografías, entre ellas esa
vista posterior del paso glorioso de la Amargura por la Avenida en la
memorable jornada de aquel 24 de noviembre.