La calle Recaredo tras la riada
del Tamarguillo de 1961 . En la parte inferior derecha San Roque, la calle
completamente inundada con vehiculo atrapados entre las aguas y al fondo
en la parte superior de la foto una pequeña manifestación de personas
contemplando esta trsite imagen, que en los ultimos dias ha sido de
reciente actualidad en otros lugares del
mundo
JULIO DOMINGUEZ
ARJONA Sevilla 8 de Octubre
de 2005
La Hermandad de San Roque repone en este mes
al culto a su titular, Nuestro Padre Jesús de las Penas, tras culminarse
las labores de restauración de la imagen. Se trata de la primera gran
intervención sobre esta talla realizada a finales de los años treinta
por Antonio Illanes. Este hecho puede parecer sorprendente si tenemos en
cuenta las circunstancias adversas por las que pasó la hermandad en los
años de la postguerra. Ver SAN ROQUE Y
SAN JULIAN EN LA II REPUBLICA
Aparte de los cambios de sede obligados por el
incendio de la Parroquia de San Roque, sufrió con gran fuerza, junto a
las vecinas hermandades de Los Negritos y San Benito, los efectos de las
inundaciones de 1947 y noviembre de 1961.( ver : CUATRO
GOTAS DE NADACUATRO GOTAS DE
NADA II PARTE ) En esta última ocasión, el
desbordamiento del tristemente famoso arroyo Tamarguillo estuvo a punto
de suponer la total destrucción de su paso de cristo, curiosamente lo
único que se había salvado de los sucesos de 1936. Este paso se guardaba
en los pisos de Pinillos que resultaron totalmente anegados,
trasladándose entonces a la Casa de Pilatos. Hubo de hacer una
reparación de urgencia para que el Cristo pudiese hacer estación de
penitencia en la inmediata Semana Santa.
La fotografía de hoy corresponde al Domingo de
Ramos 15 de abril de 1962. Vemos el paso diseñado por Carlos García de
Eiris y estrenado en 1929 en un estado lamentable, despojado de sus
dorados y de las cartelas de las esquinas, saliendo de la Parroquia de
San Roque a los sones de la Centuria Macarena. El señor de las Penas
procesiona solo por última vez sin la compañía del Cirineo que se
estrenaría en la Semana Santa siguiente, obra también de Antonio
Illanes.
El paso está iluminado todavía por unos
candelabros de guardabrisas que pasarían en 1965 a la Hermandad de las
Aguas al estrenarse los actuales seis faroles de orfebrería de Manuel
Seco. Por cierto, que antes de decidirse por la reposición de este
sistema de iluminación que era el original del paso hasta los años
cincuenta, se barajaron varias posibilidades e incluso se llegó a hacer
una prueba en 1963 con dos de los faroles del Gran Poder
.
Paradójicamente este duro golpe de la riada
sobre la Hermandad de San Roque supuso un punto de inflexión,
desarrollando en los años siguientes un proceso de expansión y
renovación tanto de sus enseres como de sus actividades que le han
llevado a ocupar el lugar destacado que disfruta en la actualidad. Así
en los años inmediatamente posteriores renovó totalmente el paso de
Cristo, estrenando en 1963, aparte de la figura del Cirineo, nuevos
respiraderos de Manuel Cerquera, el dorado completo y unas cartelas con
pinturas de Maireles. Estas cartelas no son las actuales porque se
sustituyeron en 1966 por unas talladas por Rafael Barbero. Fue este
también el año en que la Virgen de Gracia y Esperanza lució por primera
vez el precioso manto de Sobrinos de Caro según diseño del recientemente
fallecido Antonio Garduño Navas, pese a que el estreno se había
anunciado ya para el año anterior.