JULIO DOMINGUEZ
ARJONA Sevilla 13 de Febrero
de 2006
El próximo Domingo de Ramos dos cofradías
cumplirán cien años desde que sacaron por primera vez a sus respectivas
imágenes marianas bajo palio: la Hiniesta y San Roque. Se da la
circunstancia de que las dos Dolorosas que hicieron la estación de
penitencia el 8 de abril de 1906 perecieron bajo las llamas en sendos
incendios intencionados durante la II República de sus parroquias
respectivas, San Julián (1932) y San Roque (1936). Si bien existe
abundante información gráfica de la talla montañesina de la Hiniesta
Dolorosa, las fotografías de la primitiva Virgen de la Hermandad de las
Penas son muy poco conocidas .
La fotografía de hoy corresponde a la
Virgen de Gracia y Esperanza que realizó esa primera salida bajo palio
en 1906. Se trataba de una talla de gran calidad artística, atribuida
por unos a Blas Molner y por otros a la saga de los Astorga. Con
la advocación de Virgen de Gracia fue titular de la Hermandad del Cristo
de San Agustín que radicaba en la parroquia de San Roque desde la
exclaustración del convento agustiniano. Con la invasión francesa se
perdió el rastro de la primitiva Virgen de Gracia, atribuida a Pietro
Torrigianno del siglo XVI, y el párroco de San Roque recuperó desde la
capilla del humilladero de la Cruz del Campo la imagen que hoy
presentamos, conocida hasta entonces como Virgen de la
Soledad.
Tras una época de decadencia, la Hermandad del
Santo Crucifijo de San Agustín, fue reorganizada en el último cuarto del
siglo XIX, sacando a esta bella Virgen bajo palio y en los últimos años
dando escolta al Cristo junto con San Juan en el único paso. A
principios del siglo XX esta histórica corporación se encontraba
prácticamente sin vida, realizando únicamente esporádicas procesiones,
sólo con el crucificado, al humilladero de la Cruz del Campo.
Simultáneamente en la parroquia de San Roque se funda en 1901, la
hermandad de penitencia de Nuestro Padre Jesús de las Penas y Nuestra
Señora de la Esperanza que aprovecha la imagen mariana de la cofradía
languideciente a la cual, sus escasos devotos todavía conocían como
Virgen de Gracia. De realmente extraña podemos calificar esta
situación, con una misma Dolorosa, como titular al mismo tiempo de dos
hermandades distintas y bajo diferente advocación. La última
circunstancia se corrigió prontamente al adoptar la nueva hermandad la
advocación de Gracia y Esperanza, pero la Virgen siguió perteneciendo a
dos corporaciones distintas hasta que la hermandad del Cristo de San
Agustín quedó oficialmente extinguida en 1925.
En la presidencia del paso vemos a las
fuerzas vivas del principio de siglo del barrio de San Roque el
clérigo con birrete y vara se trate de don Francisco de Paula Tarín
Arnáu, el famoso Padre Tarín, muy vinculado a la parroquia hasta su
fallecimiento en diciembre de 1910. Los respiraderos y orfebrería básica
del palio fueron realizados por el orfebre Cristóbal Ortega estrenándose
para su primera salida. El palio de terciopelo negro era el original,
sustituido en los años veinte por uno más suntuoso del taller de Caro ya
de color verde.
La existencia en Sevilla de Vírgenes con
nombres compuestos es relativamente frecuente (Mayor Dolor y Traspaso,
Caridad en su Soledad, Gracia y Amparo, etc.), así como la de cambios
sucesivos en la advocación de una dolorosa, lo realmente insólito de la
preciosa imagen de hoy es que recibía simultáneamente culto bajo dos
nombres diferentes, circunstancia felizmente superada con la bella
advocación de María Santísima de Gracia y
Esperanza.