JULIO DOMINGUEZ ARJONA Sevilla 25 de Septiembre
de 2006
Don Victor José Gonzalez Ramallo, nos hace
una nueva e interesantisima entrega
En este fin de semana hemos tenido ocasión
de contemplar en la Parroquia de San Lorenzo con motivo del besamanos de
la Virgen del Dulce Nombre unas cartelas de Castillo Lastrucci felizmente
recuperadas. Se ha suscitado una cierta controversia sobre la datación
exacta de esta obra de orfebrería realizada en la década
de los años veinte por este imaginero para la cofradía recién
refundada. Aunque a principios de este mes ya nos ocupamos en este Coleccionable
de esta bella dolorosa, hemos creido oportuno, reincidir sobre ella
aportando una fotografía de nuestro archivo en la que se aprecía
nítidamente la cartela frontal de los respiraderos lo que nos permite
fecharla con seguridad documental, aparte de depararnos un inesperado hallazgo
que han pasado por alto otros medios especializados.
A diferencia de nuestra entrega anterior en
que el palio ocupaba las oscuras naves de la Parroquia de San Román,
la fotografía de hoy está realizada ya en el interior de
la iglesia de San Antonio de Padua, adonde había trasladado su sede
la Hermandad de Jesús ante Anás en junio de 1924 como lo
delata el arco rebajado bajo el coro a los pies de la iglesia. Podemos
admirar a la actual imagen de María Santísima del Dulce Nombre
acompañada de San Juan, imágenes ambas estrenadas en la Semana
Santa de ese año de 1924.
La Virgen del Dulce Nombre, parece ya haber
sido retocada en sus facciones por su autor Castillo Lastrucci y luce la
diadema de grandes dimensiones que utilizaba hasta el estreno en 1927 de
la magnífica corona de plata dorada diseñada por Antonio
Amians que todavía conserva. El palio y manto también son
los actuales, estrenados respectivamente en 1922 y 1923. Los varales salomónicos
y muy delgados, procredían al parecer de la Esperanza de Triana.
Pero el aspecto que nos interesa hoy son los
respiraderos, que observamos claramente diferentes a los que veíamos
hace dos semanas. Llaman la atención el calado muy trabajado de
diseño barroco con angeles tenantes en las esquinas y un medallón
central de orfebrería. Al observar de cerca este medallón pasionista nos asaltó
una enorme sorpresa al comprobar que, coíncidiendo en forma, estilo
y dimensiones con las cartelas exhibidas estos días en San Lorenzo,
la escena representada era distinta. Como apreciamos en la ampliación
de nuestra fotografía la estación del Vía Crucis cincelada
por Castillo Lastrucci para el frontal de los respirderos es una de las
Tres Caídas de Nuestro Señor Jesucristo con la Cruz a cuestas.
Junto con las cartelas conocidas de La Presentación de Jesús
al Templo, Jesús Niño ante los Doctores, la Piedad y el Traslado
al Sepulcro habrían sido realizadas por Castillo Lastrucci en 1924
y fueron retiradas en 1931 al estrenarse los nuevos respiraderos de Andrés
Contreras.
Se vendieron a la Hermandad del Santo Entierro
de Ayamonte de donde pasaron a una chatarrería de Huelva de donde
serían recuperadas hace más de treinta años por don
Manuel Cabalga. Desde que conocimos la generosa donación
a la hermandad de estas cartelas nos extrañó tanto el número
como las escenas representadas. Dado que el respiradero posterior de los
pasos de palio no es visible al ser tapado por el manto, extrañaba
que se tratará de cuatro cartelas, suponiendo una en cada paño.
Por otro lado el representarse dos escenas de la infancia de Jesús
y dos con Jesús Muerto, dejaba sin ninguna imagen de Cristo vivo
durante Pasión. El hallazgo de esta fotogarfía nos hace deducir
que las otras cuatro cartelas se disponían por parejas en los paños
laterales, disposición mucho más lógica.
Al algunos podrá extrañar que
Antonio Castillo Lastrucci, el prolífico y imaginero que renovó
la escultura religiosa en madera polícroma durante más de
medio siglo fuera autor de relieves en metal. Dígamos, que precisamente
la primera obra para las cofradías sevillanas fueron ocho relieves
pasionistas en bronce para el paso del Desprecio de Herodes estrenados
en la Semana Santa de 1919 y desaparecierdos en el asalto a la iglesia
y almacén de San Juan de la Palma en la madrugada del 19 de julio
de 1936. También para la Hermandad de la Amargura realizaría
unos candelabros de cola en 1924 con angelotes tenantes que pasarían
dos años después a Montesión y que relacionamos con
los que figuran en las esquinas de los respiraderos que hoy presentamos.