Continuando con el tema esbozado en las últimas
líneas de nuestra anterior colaboración con motivo de la Coronación
de María Santísima de La O . La
segunda mitad del siglo XIX, a raíz del recibimiento como hermana
de la Duquesa de Montpensier, supuso una etapa de esplendor para la cofradía
que llegó a contar con uno de los pasos de palio más suntuosos
de la época. Hasta el punto que las más prestigiosas bordadoras
de entonces, las hermanas Antúnez ejecutaron en apenas diez años
un palio completo y dos mantos diferentes para la Virgen de La O. Por contra
los años treinta de la pasada centuria fueron una época aciaga
para el patrimonio de la corporación trianera. Las pérdidas
ocasionadas por el saqueo de la parroquia en la tarde noche del 18 de julio
de 1936 se vieron precedidas cinco años antes por la venta del maravilloso
conjunto de los bordados de su paso de palio. Estas joyas del bordado a realce
decimonónico fueron sustituidas inicialmente por un palio y manto
con bordados de aplicación o recorte que diseñó Francisco
Farfán Ramos. El manto fue sustituido antes de la Guerra por el actual
de Carrasquilla con la técnica de bordado tradicional pero el palio
subsistió hasta que en la segunda mitad de los años cincuenta
comenzase la laboriosa y dilatada ejecución del actual palio color
burdeos.
Para dar una idea de como era el palio
de Maese Farfán hemos recuperado algunas fotografías de los
años cuarenta y primeros cincuenta que nos pueden dar una idea de
la monotonía de sus bordados planos. En la fotografía que encabeza
estas líneas tenemos una visión de la nave de la Epístola
de la Parroquia de La O con los dos pasos de la cofradía dispuestos
para su estación de penitencia. En primer término el histórico
paso del Nazareno de La O con las andas estrenadas en 1946 y que persistieron
hasta el estreno de las actuales en 1977. La vista de tres cuartos nos permite
apreciar el perfil polilobulado de las caídas del palio y la
ausencia casi total de relieve de sus bordados con un dibujo muy repetitivo.
En nuestra segunda fotografía tenemos
una toma general frontal con la misma disposición del paso en el interior
de su templo. El característico grosor de los varales del paso nos
indica que la toma es posterior al estreno de los mismos en 1940. Fueron
labrados por el orfebre Francisco Bautista Lozano (1911-1952), conocido
como el Pitolí, siguiendo un diseño de Francisco Pérez
Bergali. Estos mismos artistas habían sido los autores de los rectilíneos
respiraderos, los de mayor longitud de todos los palios de Sevilla. Las dimensiones
del paso y lo macizo de su labor de orfebrería junto con los abundantes
puntos de luz hacen de este palio muy probablemente el mas pesado de los
de nuestra Semana Santa. Si a ello unimos que la cofradía procesiona
en la tarde del Viernes Santo se comprenderá que era el terror de
sus costaleros profesionales, dirigidos tradicionalmente por la familia Ariza.
Nuestra tercera fotografía nos permite
apreciar el antiguo techo de palio, probablemente la pieza más afortunada
de las diseñadas por Farfán, con su gloria enmarcada por una
O radiante y centrada por la titular de gloria de la parroquia. Como se sabe
el actual techo de palio está presidido por el grupo de Santa y La
Virgen y fue estrenado en 1972, siendo obra de las monjas del Convento de
Santa Isabel.