BESAMANOS DE LA MACARENA
18 DE DICIEMBRE DE 2008
MACARENEAR . Antonio Burgos Como cada soldado de Napoleón llevaba
en su mochila el bastón de mariscal, cada sevillano tiene guardada
en su ingenio una página genial para que se añada al diccionario
con el relámpago de una palabra nueva, con el hallazgo de una comparación
popular, con una voz de su invención que meta en tres o cuatro sílabas
todo un mundo, como la vida entera cabe en los versos de una soleá
Un capataz del Arrabal y Guarda inventó
un día el verbo «trianear», que es cruzar el puente y
venir desde la otra orilla derramando arte y gracia con un palio o un paso
de Cristo, para recordarle a esta banda de la ciudad heraclea que por algo
tiene por santas patronas a dos alfareras que hacían loza fina y que
se echaron de novio a Cristo como quien le habla a un mocito cartujano pintor
de loza. Trianean los capataces y costaleros, como Manolo Bejarano, que al
igual que los padres enseñan a andar a sus hijos, le enseñó
a andar, con su inconfundible paso racheado, nada menos que al mismísimo
Hijo de Dios, vecino de San Lorenzo. Trianean los cantaores del Zurraque
y de la Cava con las viejas soleares de sirga y fragua. Trianea el Rocío,
con la hermandad del Arrabal cantada en las coplas imborrables de los Hermanos
Reyes desde una Castilleja que también trianea lo suyo en lo alto
de su Cuesta. Trianean los alfares, trianean los recuerdos del muelle, trianean
los pavías de la calle San Jacinto, trianean los vapores que iban
a Sanlúcar con sus lentas ruedas de paletas a babor y estribor y que
disfrazaban al Guadalquivir de Mississippi
Pero hoy, que es 18 de diciembre; hoy, que
junto al Arco ha bajado las alfombradas escaleras de su trono la Divina Gioconda
y ha puesto allí, tan reinona, su Corte de incienso, merino y terciopelo
verde para que todos los que la proclamamos Verdadera Madre de Dios vayamos
a rendirle la pleitesía de un beso en las más perfectas manos
de las más Hermosa Mujer... Hoy, que los viejos armaos salen de la
memoria de antiguas madrugadas de pañuelos blancos por una saeta de
Manuel Torre y se ponen sus galas de casamiento para entrar en la basílica
al rindan armas de la emoción, tras echar un cigarrito en la charlita
del atrio... Hoy, que los espejos de las tabernas de la calle Anchalaferia
saben que en la verdad de la basílica se puede contemplar el auténtico
rostro de la misma Esperanza que desde un viejo cuadro preside todas las
cuarteladas de la Plaza... Hoy, que es día de badila y de alhucema,
de niebla mañanera y de vaho de bufandas que compite con el humo de
los calentitos del puesto de Alfonso en la calle Andueza
Hoy, que es Esperanza pura de Sevilla a
los dos lados del puente, caigo en la cuenta de que Triana trianea con la
Virgen como salida de un besamanos de los años 50, cuando Alfonso
Jaramillo ganaba el concurso de «La melodía misteriosa»
en «Cabalgata fin de semana» y traía a Bobby Deglané
para que le regalara a La Que Estaba en San Jacinto, tal como hoy en Santa
Ana, esta rosa de plata que en la mano lleva, bajo estas lámparas
de Muranos celestiales, ante estas macetas de helechos tan de Corral del
Cura, tan de casa de vecinos de la Cerca Hermosa. Pero si Triana trianea,
hoy, que es día de la Esperanza, Sevilla no sevillanea. Sevilla, cuando
quiere alcanzar la perfección, se mira en la cara de la Madre de Dios
y hace como hoy: macarenea.
Un día me pregunté y me respondí
a mí mismo:
¿Que qué es trianear? Pues que un Cristo, hasta sentao, ande sobrao de compás.
Hoy, que es día de la Esperanza,
me pregunto: ¿Qué es macarenear? Y me responden los merlones
de la muralla. Y me responde el tintineo de las mariquillas. Y me responde
el Spes latino de la estampa del almanaque que cada año me manda Juan
José Morillas. Y me responde una coronación de grandezas con
una marcha de Gámez Laserna. Y me responde la saeta de La Marta. Y
me responde la centuriana espada desnuda del Pelao. Y me responde la vara
de hermano mayor de José Luis Pablo-Romero. Y me responden las campanitas
del tintinábulo. Y me responde, rufando, el tambor de Hidalgo. Y me
responden los ojos de estatua romana, ojos de llorar ante el Gran Poder,
de los armaos
¿Qué es macarenear?
¡Ver la cara a la Esperanza y jartarse de llorar
|
VOLVER PAGINA PRINCIPAL DE LA SEVILLA QUE NO VEMOS Pagina diseñada y administrada por
Julio Dominguez Arjona |