Los mismo que dos veces al año, hay un rayo de luz que cruza San
Juan de la Palma para deterner en su rostro de su Amargura ; en un dia de
Noviembre, como ayer ,de una Sevilla cubierta por un velo negro, de frias
lapidas, de calaveras y tibias, en la casa de Mañara, de Don
Juan y Doña Ines; donde las Animas parecen cobrar vida en azulejos
y retablos.-
En una ciudad enlutada por esa luz horizontal del otoño, nubes
de incienso de castañas , de largos atardeceres, de calles de espejo
por el relente caido en la noche anterior, donde la humedad hace que
los cristales de las casas lloren por dentro, como llantos del alma .-
De negro con lagrimas en
los ojos , por sus desterrados hijos de Eva, por los que han sufrido y los
que quedan por sufrir; solo por unos instantes antes de cambiarse
con sus ropas de Reina, para anunciarnos en la cita anual de su Besamanos
, que estamos en los umbrales del Adviento, un tiempo tristemente devorado
por la codicia comercial de unas falsas navidades anticipadas, en algunos
lugares de Sevilla la vemos esto dias travestida de Plaza Mayor de Madrid
sin Chencho y donde se apuntan unas fatuosas instalaciónes
de iluminación navideñas, que de estas solo tienen el
nombre .-
Ella, desde el principio
de la calle Feria , es la mejor pregonera, de unos dias inmaculista, en una
ciudad mas Concepcionista que Mariana, una ciudad enredadas en citas de
capas de tunos y en citas de seises de celeste y blanco , que despues dará
paso a los Besamanos de las Esperanzas .Eso son de esas cosas que
solo ocurren en un dia , en una instante fugaz , como todos los momentos
mágicos .-