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EL TEMPLETE
 
 

HISTORIA DE UNA TRENZA 
 
   

JULIO DOMÍNGUEZ ARJONA 
20 de Abril  de 2016

Tal día como ayer 19 de Abril de 1824 muere George Gordon Byron, poeta inglés conocido como Lord Byron, murió de la forma mas absurda del mundo pues acabó desagrando por un exceso de sanguijuelas que le aplicaron los médicos para curarle un simple enfriamiento. Considerado uno de los escritores más versátiles e importantes del Romanticismo. Como todo los santos tiene octava, y miren ustedes por donde el poeta británico se dio una vuelta por Sevilla en una época muy chunga, y no quería perder la oportunidad de contrale esta curiosa historia .-

Lord Byron llega a Sevilla desde Lisboa a caballo,( que ya hay que tener ganas ) a finales de Julio de 1809, por la fresquita, y con una nación en guerra contra los franceses acompañado de su  amigo John Cam Hobhouse . Al llegar a Sevilla , lógicamente lo primero que hizo fue  buscar alojamiento, dirigiéndose al cónsul británico, que le recomienda una casa de huéspedes en la calle de las Cruces, regentada por dos hermanas solteras .-

Byron quedó impresionado por la belleza de ambas mujeres, y parece que la atracción fue mutua, pues una de ellas llamada Josefa Beltrán, que era novia y prometida de un oficial del ejercito español , pero la pobre debería andar  falta de cariño, por lo que  sin andarse con rodeos, entró a matra directamente y  lo invitó, sin mas dilación  a que aquel joven británico se pasara por su cuarto al caer la noche ( estamos a principio del siglo XIX, no había páginas de contactos para solteros/a, divorciados/as, no había bares de copas, no hay nada nuevo bajo el Sol  ) .-

Esta actitud tan directamente cariñosa, asustó y  desconcertó mucho al poeta británico, ( lo que contrasta notablemente con la pomiscua vida que luego tuvo pero aún era un inexperto jovenzuelo ) como así se lo manifestó en una correspondencia que mantenía con su madre, ( que cosas contaba este hombre a su madre )  por lo que declinó el amoroso requerimiento en  una noche de verano sevillana, y sin aire acondicionado  .-

Para sorpresa de Byron,  nuestra ardorosa Josefa, por un lado le recriminó haber sido rechazada  (cosa lógica la mujer estaba cabreada ), pero por otro lado, se cortó una larga trenza de su cabello ( seguimos en el siglo XIX, y por aquellas fechas las mujeres no se cortaba el pelo asi como asi ) y se la regaló atada con un camafeo, como recuerdo de una frustrada noche de amor . La trenza de marras, el poeta se la  envió también a su madre ( que estaría escandalizada ) para que se la guardara .-

Esta historia contada así, puede resulta de lo mas tonta, si no fuera porque la mata de pelo de la desmelenada señorita Beltrán ,acabó expuesta en una exposición retrospectiva de Byron en un museo de Londres en 1974, no hay duda de que aquel capilar recuerdo lo conservó toda su vida . Cuidado con las cosas que se regalan porque nunca se sabe donde pueden acabar expuestas .-

Lord Byron abandonó Sevilla tras una breve estancia de tres días, el 28 de julio ( sin azulejo, ni lápida ni niño muerto ) camino de Cádiz. pasando  por Alcalá de Guadaíra, Utrera y Jerez , por allí nadie le regaló una trenza o nada que se sepa .-


Para que nadie se me tire al cuello, y  para ser rigurosos en el bar Las Escobas de las cofradiera calle Alvarez Quintero de Sevilla existe este azulejo , donde aparece el nombre de Byron junto a otros inmortales escritores. Quien sabe, igual el poeta inglés se convido allí , y se tomó una cruzcampo con una tapita de ensaladilla . A mi no me miren .-




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