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EL TEMPLETE
 
 
DONATIVOS  PARA "LA SEVILLA QUE NO VEMOS"
 
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EL QUE SE FUE DE SEVILLA PERDIÓ SU SILLA  
     
 
 
JULIO DOMÍNGUEZ ARJONA 
17 de Enero de 2019

Posiblemente (o no) habrá oido o pronunciado la frase :  "El que se fue de Sevilla, perdió su silla",  que viene basicamente a significar que una ausencia  provisional puede ocasionar una novedad perjudicial, de cualquier tipo como  la pérdida de un empleo, por lo que se aconseja no abandonar el puesto cuando hay personas que lo desean .-

El origen histórico de esta frase tenemos que remontarnos a los tiempos del rey Enrique IV. Durante su reinado fue nombrado como arzobispo de Santiago de Compostela Alonso II de Fonseca el Mozo ; no obstante, en aquel momento la ciudad de Santiago de Compostela andaba revuelta, por lo que éste solicitó la ayuda de su tío Alonso I de Fonseca, el Viejo,  arzobispo de Sevilla.-

Para socorrele, en 1460 el arzobispo de Sevilla Alonso I hizo un trueque para que su sobrino, Alonso II de Fonseca, ocupara el cargo de arzobispo de Sevilla, trasladándose él en su lugar a la plaza de arzobispo de Santiago de Compostela, dicha situación sería provisional en tanto que se encontrara en la sede de Galicia al objeto de solucionar el problema existente.

Pero después, en 1464 una vez pacificada la plaza gallega, cuando Alonso I quiso regresar a su sede sevillana, pero el trepa del sobrino se negó . Alonso I el Viejo hizo llegar su queja hasta el Papa Pío II que de poco sirvieron.-

Como se relata en los Anales de Garci Sánchez . " Lunes 17 de enero de este año (1463) entró en Sevilla don Alonso de Fonseca, Arzobispo de Sevilla, que vino huyendo del tío don Alonso de Fonseca, Arzobispo de Santiago, que lo quería matar por le tomar el Arzobispado de Sevilla; que tenía echados por los caminos seiscientos omes de a caballo para lo matar. Y andando 3 días e 3 noches de continuo, que nunca durmió, por entrar en Sevilla. El dicho lunes, luego que vino, quitó todos los oficios que estaban por el otro Arzobispo  que era antes de Sevilla, sin dejar alguno."

La cosa se complicó, el tio estaba bastante cabreado con el sobrino , pues la sede sevillana era la mas rica de la época, que al final tuvo que intervenir el mismísimo rey Enrique IV quien envió al ejército real al mando Duque de Medina Sidonia y su valido Beltrán de la Cueva. Algunos de los partidarios del sobrino usurpador acabaron ahorcados,  y Alonso II de Fonseca se vio obligado a retornar a Compostela en 1469.-




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