Continuando con recordatorio de la
antigua imagen de la Virgen de la Concepción
La antigua Dolorosa del Silencio ( I )
, traemos hoy dos fotografías singulares
de la Virgen en su paso sin el acompañamiento tradicional de San Juan.
En los últimos cien años esta circunstancia se ha dado en tres
ocasiones, las tres fuera de Semana Santa y las tres por el mismo motivo,
la conmemoración de la proclamación por Pío IX el 8
de diciembre de 1854 del dogma de la Inmaculada Concepción. La última
ocasión la tenemos bien reciente con ocasión del sesquicentenario
celebrado el año pasado y en la que la imagen de la Virgen de Sebastián
Santos fue llevada en su paso a la Catedral
VER
. En las dos anteriores fue la talla de Cristóbal
Ramos la trasladada a la Catedral dándose la circunstancia que la Gran
Procesión Inmaculista del centenario (9 de mayo de 1954) fue la última
ocasión en que pudimos ver en la calle a la antigua Virgen de la Concepción.
Centrémonos en la primera fotografía
de hoy, realizada en mayo de 1904 en la capilla de la hermandad, cuando se
celebró un octavario conmemorativo del cincuenta aniversario de la
definición del dogma. La Virgen de la Concepción fue llevada
a la Catedral sola en su paso de palio que se colocó en el trascoro
para presidir los cultos. Podemos apreciar muchos detalles curiosos. Empezando
por la Virgen, vemos que luce la corona de Enrique Solís y Palomino
que actualmente utiliza de camarín. La saya es la de terciopelo morado
bordada en 1868 por Patrocinio López. Todavía no disponía
del manto, palio y faldones diseñados por Herminia Álvarez
Udell bordados en el taller de Hijos de Olmo y estrenados entre 1916 y 1918.
La orfebrería del paso era también la anterior a la actual.
La crestería de plata era de los mismos orfebres que la corona, estrenada
en 1871 y sustituida en 1928 por la de Cayetano González, siendo incluida
en 1948 como doselera en el nuevo altar frontal de la capilla, dónde
podemos admirarla.
Quizás lo más llamativo de
la fotografía son los exornos del paso para esta procesión
gloriosa. Así las esquinas del palio lucían unas coronas florales
con cintas celestes y blancas. En las jarritas de la delantera podemos identificar
ramilletes de azucenas y en las jarras de entrevaral unos altísimos
pináculos cónicos con diversas especies de flores blancas.
Pasemos ahora a la fotografía
de 1954, declarado por el Vaticano Año Santo Mariano. En ese año
para conmemorar el centenario del dogma el cardenal Segura organizó
un Congreso Mariano Diocesano entre el 5 y el 9 de mayo. El acto inaugural
se llevó a cabo en la Parroquia del Sagrario con la participación
de diversos oradores, tanto seglares como religiosos, y de la Capilla Isidoriana
en el aspecto musical. En los tres días siguientes se sucedieron las
intervenciones de exaltación inmaculista, entre ellas las del recordado
cofrade del Silencio don Juan Delgado Roig. En la mañana del domingo
9 de mayo se celebró un solemne pontifical en la Catedral organizándose
para esa tarde la Gran Procesión Inmaculista. En ella participaron
varias imágenes concepcionistas gloriosas, La Cieguecita, La Sevillana
(San Buenaventura), Pura y Limpia (Postigo) las Inmaculadas de Alonso Martínez
(Corpus), Alonso Cano (San Julián), cerrando la comitiva Nuestra Señora
de la Concepción (Silencio) en su paso de palio.
La Virgen de la Concepción salió a las cuatro de la tarde desde
su capilla de la calle General Moscardó (actualmente El Silencio)
para llegar por Campana, Sierpes, San Francisco, Hernando Colón y
Alemanes a la Catedral, quedando depositada en la capilla del Pilar. A las
seis de la tarde se inició la Gran Procesión que abría
la cruz de guía del Silencio siguiendo los pasos de gloria con las
imágenes citadas y diversas representaciones e insignias concepcionistas.
La antigua Virgen de la Concepción iba sin San Juan en su paso de
Semana Santa, que es prácticamente el actual, adornado con rosas y
gladiolos blancos. Tras recorrer la Avenida, la procesión entró
en la plaza Nueva donde fue recibida `por la corporación municipal,
volviendo por Granada, San Francisco, Hernando Colón y Alemanes nuevamente
a la Catedral. La fotografía que aportamos está tomada al paso
de la Virgen por la Plaza Nueva, justo antes de girar hacia Granada. En ella
podemos identificar con gafas por su elevada estatura a don Juan Delgado
(padre) y en primer término con palermo a su hijo, don Juan Delgado
Alba. Tras el paso iba el cardenal Segura con cuatro servidores "portiaris"
o "sediaris" de la Archicofradía que llevaban un sillón de
respeto y la Banda del Regimiento de Soria. Al término de la Gran
Procesión, la Virgen de la Concepción volvió a salir,
por última vez, a las calles sevillanas, entrando sobre las diez y
media de la noche en su capilla.