Este sábado se cumplen tres años del acontecimiento
más triste para el patrimonio material e inmaterial de nuestra
Semana Santa, el cierre mediante un escueto comunicado de la Iglesia
Colegial de El Salvador .
En esta ocasión hemos querido rememorar
una circunstancia insólita que tuvo lugar en este templo
en 1948. Como sabemos fue el año en que se organizó
el más fastuoso Santo Entierro Grande que se recuerda. Nada
menos que veintitrés pasos intervinieron en el cortejo que
se encontraba enriquecido con numerosas figuras bíblicas
y alegóricas con ropajes y enseres realizados ex-profeso para la
ocasión.
En la tarde del Viernes Santo 26 de
marzo la magna procesión se desarrollaba con precisión
milimétrica ante una inmensa multitud que abarrotaba la carrera
oficial que incluía desde el Duque hasta la plaza del Salvador.
Al llegar el paso de la Sagrada Lanzada a la Campana comenzó
una ligera llovizna que obligó al paso de la Mortaja que
iba a acceder a la plaza del Duque a resguardarse en la marquesina
del Cuartel de Infantería. Al sobrevenir un fortísimo
aguacero el cortejo se disgregó. Los primeros pasos aceleraron
el regreso a sus templos, entrando la Borriquita en El Salvador
antes de las ocho. Los pasos que se encontraban en la mediación
de la carrera oficial se resguardaron rápidamente también
en la colegial. Esto motivó que en el magnífico templo
coincidieran durante unas horas nueve pasos. A saber además
de los tres de la Hermandad de El Amor y los dos de pasión
buscaron refugio allí los misterios de Jesús ante Anás,
Desprecio de Herodes, Columna y Azotes y Sentencia.
Enmarcado por los inconfundibles pilares
del Salvador vemos en la fotografía que encabeza estas líneas
el antiguo paso de misterio de la hermandad de la Macarena. Sobre
la canastilla reformada en 1910 por José Gil, vemos al Señor
de la Sentencia con la distribución antigua de las figuras
de Antonio Castillo Lastrucci. El Señor de espaldas al sentido
de la marcha custodiado por unos sayones de tez oscura que se suprimieron
en los años cincuenta.-
En nuestra última foto de hoy
la nave central de la iglesia colegial acoge al actual misterio
de “La Bofetá”, luciendo el Señor una túnica
bordada y las figuras secundarias todavía las telas encoladas
que se suprimirían en 1961. Al fondo el Señor de Pasión
acompañado por la añorada figura del Cirineo, en este
caso el antiguo restaurado por Sebastián Santos en 1941
sobre las fastuosas andas argénteas recién
estrenadas.
Esta acumulación de pasos de
misterio se repetiría más recientemente, entre el
25 de junio y el 25 de julio de 1992, con ocasión de la Exposición
titulada “La Pasión” celebrada dentro de los fastos que rodearon
a la conmemoración del V Centenario de la Evangelización
de América. En este caso coincidieron, a parte de los
pasos del Cristo del Amor y del Señor de Pasión, los de misterio
de la Exaltación y Presentación al Pueblo y los de
palio de la Virgen de la Victoria y de María Santísima
del Dulce Nombre.