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Una riada en Triana  
Estampas de Sevilla 

 
 Una riada en Triana 
JULIO DOMINGUEZ ARJONA
20 de Noviembre de 2006 

Don Victor José Gonzalez Ramallo, nos hace una nueva e  interesantisima entrega 

Este otoño especialmente lluvioso que hemos venido padeciendo o disfrutando nos ha hecho echar la mirada hacía otros tiempos en los que las inundaciones eran frecuentes y devastadoras sobre el antiguo caserío sevillano. Dejando aparte otras riadas más famosas y cercanas como las de 1936, 1947 o 1961 nos hemos centrado en las del invierno de 1912 poco conocidas, aunque motivaron el viaje del monarca Alfonso XIII, tan amante de Sevilla como poco correspondido por esta que ni siquiera le tiene dedicada una calle pese a sus más de treinta visitas.

La primera fotografía de hoy nos parece especialmente revelador del nivel alcanzado por las aguas en Triana. Estamos en la calle Castilla, junto a la parroquia de la O y el arco que da actualmente a un paseo ajardinado junto a la orilla del Guadalquivir. Vemos como las aguas del río rebosan el dintel del arco y afloran a una calle Castilla convertida también en cauce. Al fondo la orilla sevillana con la imponente chimenea de la factoría de la Compañía Sevillana de Electricidad en la calle Arjona.

 

La segunda fotografía nos da una visión de la calle desde la altura del callejón de la Inquisición y la esquina con la calle San Jorge. A mitad de Castilla la inconfundible silueta de la torre parroquial, pudiéndose adivinar poco antes el arco antes mostrado. Varias barcas y un carromato intentan socorrer a los vecinos aislados en el piso principal de sus modestas viviendas de cuyos balcones cuelgan escalas improvisadas. 

 

En la siguiente fotografía volvemos a ver al fondo la chimenea de Sevillana desde los pies de la escalinata del Tagüa. El nivel del río es impresionante, superando sus zapatas de sujeción y llegando hasta los arcos metálicos que en aquella época lucían una pintura bicolor que resaltaba su estructura.

 

Por último una imagen de la Vega de Triana con, al fondo, una irreconocible cornisa del Aljarafe nos da idea de la dimensión de esta riada de febrero de 1912 que motivó la urgente visita del Rey Alfonso XIII para informarse directamente de los daños y mostrar su apoyo a una Sevilla que empezaba a soñar con la Exposición.
                                        

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       Copyright ©  Fotos y texto Victor José Gonzalez Ramallo Prohibido expresamente cualquier reproducción  total o parcial de las fotos , y textos sin autorización expresa y escrita del autor

 
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