JULIO DOMÍNGUEZ ARJONA
31
de Agosto de 2012
Sigo atendiendo los
envios veraniegos agosteños, en este caso de una lectora Dª María
Ruiz que me remite esta foto llena de añoranza y recabando
mas información sobre este emblemático establecimiento
sevillano desaparecido . Como he hecho en otras ocasiones , hay respuestas
individuales, que creo que son de interes para el público en general
.-
Hubo un tiempo, no muy lejano en que Casa Marciano era sinónimo de
jamón, usted pasaba frente a su establecimiento y quedaba impremando
de los efluvios serranos que del mismo emanaban y practicamente, con su olor
podria desayunar, merendar o tener la sensación olfativa de haberse
tomado media ración de morcón o de caña de lomo de la
mejor calidad . Hasta un ciego podía localizarla, sin dudar .-
Marciano Díaz Väzquez, que fue su propietario y creador, en contra
de lo que creian la mayoría de los sevillanos, no era montañés
( no olvidemos las grandes sagas de montañeses que inmigraron a nuestra
ciudad y la poblaron de prestigiosos establecimientos de comestibles ) era
de Aguasfrias junto Almonaster ( Huelva ) . Llega a Sevilla en pleno 1928
, con el efecto llamada de la Exposición Iberoamericana de 1929 donde
compró en la calle Lineros num 6 , otro establecimiento de comestibles
y coloniales que ya existía y se llamaba "La Casa de los Gatos ",
en un edificio de finales del siglo XIX .-
Desde el primer día hasta el último que estuvo abierto, este
establecimiento fue fiel así mismo, vendiendo solo productos de primera
calidad, asi como mantuvo la estetica del mismo, con contadas modificaciones.
Tuvo la habilidad de sobrevirir tanto a la escasez de la post Guerra
Civil , los duros años del hambre y las cartillas de racionamiento,
pero tambien subo sortera el nacimiento de las llamadas "grandes superficies"
que tuvieron un efecto debastador sobre el llamado comercio tradicional sevillano
.-
En 1938 compra el establecimiento contiguo, para ampliar el negocio donde
estaba la merceria Naranjo, con su inconfundible barra de marmol en
forma de Z como la marca del Zorro , cuyas estanterias estaban abarrotadas
de fiambres, licores, latas , bombonas de aceitunas gordales que parecian
que iban a explotar, todo tipo de chacinas, mermeladas, que cuando llegaban
las Navidades se duplicaban . Uno de los presentes navideños mas añorados
era una cesta de navideña de Casa Marciano, cuyo contenido estaba
mas que garantizado .-
Es obligado llegados a este punto hablar de una curiosa pieza que era objeto
de contemplación por propios y extraños cada vez que se pasaba
junto a su escaparate . Una pata de jamón que habia superado todas
las leyes de la naturaleza, no solo por su peso que ademas estaba naturalmente
incorrupta . Una pata de jamón que en fresco había pesado treinta
y ocho kilos y que con el tiempo a pesar de haber menguado notablemente pesaba
dieciocho kilos, mas cuarenta y cuatro años de exposición en
el meritado escaparate. Obviamente no era comestible, pero su conservación
era perfecta, no siendo de extañar ver a nuestro visitantes haciendose
fotos con este fenómeno serrano. Ni que decir tiene la cantidad de
chistes, chascarrillos y comparaciones que inspiró el mismo .-
Tras la muerte de Marciano Díaz en 1977 continuó el negocio
su esposa, para finalmente cerrar sus puertas para siempre en 1991, curiosamten
un año antes de otra Exposicion , la Expo del 92 y tras sus puertas
se cerrarón todo un simbolo de este tipo de comercios, en una época
donde los sevillanos, como tenian su Hermandad o su torero, tambien eran
fieles clientes de "su tienda" de ultramarinos , donde acudian "devotamente",
a que le despacharan sus selectos productos de prestigiosas marcas y origenes,
sobre todo en su señaladas fechas privadas , como en los fastos de
la ciudad o del calendario . Eso hoy es algo incompresible, en nuestros mecanizados
e impersonales hirpermercados de marcas blancas que no la conocen ni la madre
que las trajo, donde todo sabe igual y huele igual .-
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