La semana pasada aportamos una curiosa
colección de fotografías en las que se agolpaban varios pasos de
misterio en el interior de la iglesia del Salvador con ocasión de su
participación en la frustrada Procesión del Santo Entierro de 1948 (
MISTERIOS EN
EL SALVADOR : MACARENA, CIGARRERA, AMARGURA Y BOFETA
.) Curiosamente los pasos allí
acogidos correspondían casi en su totalidad a la tipología conocida como
pasos de "tribunal". Los pasos sorprendidos por la lluvia en la calle
fueron todos a excepción de la Urna y el Duelo y la Soledad de San
Lorenzo que no habían llegado a salir cuando empezó a llover con fuerza
pasadas las siete y media de la tarde de aquel 26 de
marzo.
Los misterios de las Tres Caídas, Conversión
del Buen Ladrón y Siete Palabras quedaron guarecidos en la Catedral de
donde regresaron a sus templos en la mañana del Domingo de Resurrección
tal y como hemos reflejado en una ocasión anterior en este Coleccionable
( MONTSERRAT 1948 ). Por cierto
que en la presidencia del misterio de Montserrat identificamos junto a
don José Sebastián y Bandarán a un joven padre Ramón Cué que acababa de
publicar ese mismo año su celebérrima obra "Como llora
Sevilla".
Los misterios que se encontraban en las
inmediaciones de la Campana buscaron refugio en la cercana, amplia y
socorrida cofradieramente hablando, iglesia de la Anunciación, sede
entonces de la hermandad de los Estudiantes. Dado el orden cronológico
del cortejo, se trataba de pasos con Cristo crucificado que podemos ver
en la fotografía de hoy alineados en la nave central de este
templo.
Al fondo identificamos al Cachorro sobre
su antiguo y recordado paso de Castillo Lastrucci ( EL
CACHORRO EN SU CAPILLA ANTIGUA ), que
como otras joyas de la Semana Santa sevillana podemos admirar en Jerez,
portando el misterio de La Sagrada Cena de Ortega Bru. El Cachorro
volvió el Sábado de Gloria a su antigua capilla en la que le aguardaba
la Virgen del Patrocinio que ese año no realizó su salida
procesional.
A continuación vemos el misterio de La
Lanzada sobre las andas neogóticas que había realizado Gutiérrez Cano en
1877. Por cierto que el diluvio que cayó sobre el mismo aceleró su
sustitución por el paso actual de Luis Jiménez Espinosa, saliendo por
última vez en condiciones muy precarias en la siguiente Semana Santa de
1949 antes de ser vendido también a una cofradía jerezana, las
Angustias, que lo conservó hasta 1969 en que pasó transitoriamente a la
citada hermandad de la Cena hasta que esta dispuso del paso del
Cachorro. La Lanzada era en esa época cofradía de un solo paso, saliendo
la hermosa talla de la Virgen del Buen Fin a los pies del Crucificado.
Este paso retornó a San Martín el lunes de Pascua.
Por último, en primer término apreciamos
el inconfundible calvario del misterio de las Tres Necesidades en el que
afortunadamente nada ha cambiado en estos casi sesenta años. Al igual
que el Cachorro, esta hermandad de La Carretería se vio impedida de
sacar a la calle ese año su paso de virgen. Por cierto, que la Virgen
del Mayor Dolor en su Soledad ha sido el único caso de una imagen bajo
palio que ha participado en la procesión del Santo Entierro,
concretamente en la de 1920.